Cuando la oportunidad de que Checo Pérez subiera al podio había llegado, la lluvia le jugó en contra aunado a que la escudería de Red Bull tuvo algunos tropiezos para evitar que el piloto mexicano tuviera un buen resultado, dejándolo así en la posición número 9 al término de la carrera en el Gran Premio de Rusia.
Pérez se encontraba en la cima, comandaba la carrera que con seis segundos se ventaja se encontraba por encima de Fernando Alonso y nueve más de Charles Leclerc. Sin embargo, el liderato del mexicano terminó cuando Red Bull decidió meterlo a pits en la vuelta 37 para colocarle el neumático medio. La parada tardó demasiado.
Tuvo un problema en el cambio de la goma trasera derecha por lo que tardó un total de 8.9 segundos que lo mandó hasta la quinta posición. Aún así, con 10 vueltas antes del final Pérez adelanto a Ricciardo para colocarse en el cuarto lugar y estaba a tres segundos de Carlos Sainz que ya tenía 30 giros con sus neumáticos duros contra nueve de la goma media de Checo.
De esta manera, Hamilton avanzó al liderato en las últimas tres vueltas gracias a su cambio de compuesto intermedio en buen tiempo, al igual que Verstappen y Sainz. El retraso que sufrió Norris, Alonso y desde luego el mexicano condenó a que éste quedara fuera de los cinco primeros que pudieron estar en el podio. Así Hamilton se llevó su victoria número 100 y Sainz se quedó en el tercer sitio.