El 17 octubre de 2015 el ex boxeador de nacionalidad piertorriqueña y estadounidense, Prichard Colón, subió al ring para enfrentarse a Terrell Williams sin saber que aquella pelea pondría en riesgo su vida y que a la postre terminaría con su prometedora carrera en el boxeo.
En el séptimo round de aquella pelea en la que Colón partía y se mantenía como favorito, fue golpeado por su contrincante en la zona de la nuca izquierda, golpe que lo envió a la lona y del cual logró levantarse. Al terminar el asalto Prichard se quejaba de un dolor en la zona posterior de la cabeza, pero tras platicar con el médico decidió continuar.
En el noveno round, Prichard volvió a recibir un golpe cercano a la nuca, regresó a la lona y no pudo levantarse en la cuenta regresiva del referee. Camino al vestidor el ex boxeador comenzó a vomitar y a tener problemas para ver, de inmediato fue llevado al hospital donde se le encontró una fractura en el cráneo y una hemorragia subdural que lo mantuvo en coma mas de 200 días.
Casi seis años después de aquella fatídica noche, Prichard Colón se sometió a una nueva cirugía en la que se insertó con exito un implante en el lado posterior izquierdo de su cráneo, pues su hueso comenzaba a hundirse y de no detenerlo comenzaría a presionar el cerebro.
Fue la madre del ex boxeador la que confirmó que la cirugía fue satisfactoria y agradeció por un paso mas en la rehabilitación de su hijo, el cual ha luchado por recuperar la mayor parte de su motricidad tras haber quedado en estado vegetativo al despertar del coma.
“Ya pasó el doctor a dar los resultados de la operación de mi hijo, el campeón Prichard Colón. Todo salió bien, nos informó el doctor (...) Ya por fin vi a mi hijo, se ve bien un poco pálido y todavía con efectos de anestesia, un poco desorientado”.