La historia del Club Pachuca no podría contarse de la misma forma, y contar con la misma cantidad de estrellas en el escudo de no ser por los aportes de Romario Ibarra.
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Incluso su presentación con la hinchada del combinado de carbayones se basó en dar una muestra de la calidad que porta el medio ecuatoriano mediante videos de jugadas donde, ofensivamente, se apropió de la cancha.
Seguido de la peculiar bienvenida publica del Real Oviedo para Ibarra, los Tuzos tomaron la batuta y oficializaron el traspaso de una de sus figuras clave durante la gloria conseguida en la temporada 2022, aquel inolvidable Apertura festejada en cada esquina de la Bella Airosa.
Romario fungió de ofensivo con la escuadra hidalguense por un lapso de cuatro años, reventó redes durante dieciséis ocasiones y aunque su juego también se construyó en asistencias (7, desde 2019) el dorsal #30 parecía no entrar en planes de Guillermo Almada, pero sí en los del club oviedista, que ya festejan su llegada desde antes que Romario arribe en Asturias.