No es el primer partido "amistoso" de la pretemporada en el que se suscita una pelea dentro del campo, pero en esta ocasión los silbantes sí tomaron cartas en el asunto y decidieron no permitir que este tipo de actos siguieran siendo tolerados dentro del futbol y mucho menos durante encuentros no oficiales.
En esta ocasión se dio durante el duelo entre Pumas y Querétaro en Estados Unidos, donde un penal no cobrado por una fuerte patada del delantero universitario provocó la furia del conjunto de Gallos y comenzaron a darse los empujones y los insultos dentro del terreno de juego por lo que los silbantes actuaron.
Inmediatamente los árbitros abandonar la cancha esperando a que los ánimos se bajaran, ya que ninguno de los dos equipos entraba en razón, pocos minutos después se reanudó el encuentro entre ambos equipos dejando un empate de 2-2 entre ambas escuadras, después de iniciar la trifulca.
En ocasiones anteriores esto mismo ha sucedido, pero se han perdonado tarjetas e incluso los árbitros no han tenido injerencia en la discusión y permiten que los equipos continúen fomentando la violencia, sobre todo ahora que en el país vecino ya hay un ingreso mayor de afición en cada uno de los estadios.