Cuando se realizó el sorteo de Qatar 2022, la Selección Mexicana tenía un panorama claro para la fase de grupos, debía sacar un triunfo o empate con Polonia, defenderse e incluso permitirse perder con Argentina y luego superar notablemente a Arabia Saudita. Cabe destacar que aunque las cosas parecieran ir de acuerdo al plan, la realidad es que cuando la Albiceleste cayó en su debut se alteraron todos los planes, algo que repercutió en el interés que generó el partido entre el Tricolor y el combinado comandado por Lionel Messi.
La gran atención del público y aficiones en este compromiso se reflejó en la asistencia en al Lusail Iconic Stadium, pues un total de 88,966, la segunda más elevada en las Copas del Mundo, solo por debajo de la Gran Final de 1994 donde hubo 94,194 personas en el inmueble. Por lo pronto, queda esperar a ver si en Qatar 2022 hay otro juego igual de mediático.
¿Una rivalidad creciente entre la Selección Mexicana y Argentina?
Después de ver la expectativa que generó este partido y los antecedentes entre ambos representativos nacionales en Copas del Mundo, se podría decir que realmente no existe una rivalidad como tal, sino el deseo del Tricolor por tomar venganza en algún momento contra la Albiceleste, esperar a tener nuevamente la oportunidad de medirse con un rival de tal magnitud en un escenario como Qatar 2022, pero esta vez con un proyecto que a diferencia del de Gerardo Martino, sí tenga argumentos para trascender.