La Canarinha venció a Guinea con decisión y autoridad, y pese a tratarse de un compromiso amistoso por Fecha FIFA, los brazucas dieron una impresión opuesta: lo vivido en el recinto español fue digno de un debut...una inauguración del nuevo capítulo en historia de la Selección de Brasil.
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En realidad, sí hubo una presentación de un combinado verdeamarela distinto, que se dispuso a romper esquemas con tal de ponerse contra el fenómeno racista que se respira día a día en canchas de balompié.
En soporte para Vinicius Jr, jugador que recientemente reflejó a nivel mundial el dilema que persiste para jugadores de raza negra, Brasil cambió colores de su uniforme. Por primera vez en su historia, el cuadro brazuca saltó al campo vestidos de negro, se mostraron neutros durante los himnos nacionales e incluso Guinea se sumó a ellos para hincarse y evidenciar la protesta.